No me gustaría comenzar esta crítica contando la trama del libro, pues perdería todas la magia, que ya de por si es demasiada.

“El niño con el pijama de rayas” es un libro sumamente especial, que no busca contar una historia que encante a toda la comunidad adolescente, ni a historiadores ávidos de información nueva, ni cae en detalles aburridos y monótonos, transformándolo en un libro rápido y dinámico, sumamente fácil de leer (esta servidora se lo leyó en 2 horas).

En un principio, la historia es difícil de entender, pues está narrado por Bruno, un inocente e infantil niño de ocho años, que vendría siendo el Papelucho alemán, y para entender los hechos, uno tiene que pensar como él, pues Bruno, a su corta edad, solo ve las cosas como un niño las vería.

El final es simplemente perturbador. Perturbador de lo perfecto que es.

Es exactamente como deberían terminar todos los libros que buscan hacerte reflexionar e ir mas allá de un “y vivieron felices por siempre’’ (les voy a joder el final con esto, pero hasta yo lloré), haciéndote ver la realidad a través de los ojos de la inocencia.

Si fuera una súper crítica, y esto estuviera leído por súper críticos y Batman, en la escala del 1 al 10, le daría 11.

Cambio y Fuera.

Mango Osorio, Mclovin.

El niño con el pijama de rayas.
Autor: John Boyne
Editorial: Salamandra (en su defecto, Patronato)
Nº de páginas: 216
Disponibilidad: ¡yo lo presto para que lo lean! (pero me lo cuidan)